Actualmente es definida como Broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE).
Los síntomas se desarrollan cuando las vías respiratorias se estrechan como resultado de la actividad física.
Hasta el 80% de las personas con asma pueden tener también BIE.
Hasta el 20% de las personas sin asma pueden tener BIE.
Muchos deportistas de élite tienen BIE, es decir, se puede tener BIE y hacer deporte de alta competición, solo hay que hacer un buen diagnóstico y un plan personalizado.
En deportes que se respira mucho (de alta demanda), la pérdida de calor, agua o ambos de las vías respiratorias, causa esa contracción de los bronquios.
Los síntomas pueden aparecer después de comenzar el ejercicio y puede continuar por varios minutos durante la recuperación, a veces horas:
Dificultad para respirar
Opresión en el pecho
Caída del rendimiento
Tos
Dolor de garganta
Malestar estomacal
Hay factores que pueden desencadenar el BIE, y que son irritantes en el aire relacionado con deportes específicos:
Cloro al nadar
Contaminación al correr o andar en bicicleta
Aire frío y seco (hielo, nieve)
Ambientes cerrados con irritantes (perfumes, productos de limpieza, pintura)
Diagnóstico
Los síntomas pueden ayudar al profesional a determinar la probabilidad de la BIE, pero pueden ser no muy objetivos.
La forma mas accesible y sencilla, objetiva, consiste en realizar un protocolo estandarizado de esfuerzo máximo durante unos minutos en una cinta rodante o bicicleta, y hacer espirometrías posteriores seriadas para determinar si hay una disminución significativa de la respiración. También se puede realizar una ergoespirometría (con análisis de gases) para completar el estudio.
A veces la BIE puede ser por problemas alérgicos o incluso de la laringe. Así pueden ser consultados el alergólogo o el otorrinolaringólogo para realizar un diagnóstico concreto en caso de dudas o de indicios que sugieren estos problemas. También hay que descartar problemas cardiacos.
El tratamiento se basa en dos tipos de medicamentos para prevenir y tratar los síntomas de la BIE.
Los broncodilatadores inhalados de acción corta y de acción larga y los corticoides son los más usados. Hay otros medicamentos que pueden ayudar también. Hay que pensar en el largo plazo, sobretodo si son niños.
Los deportistas deben consultar las entidades rectoras de su deporte sobre los medicamentos que pueden tomar. Algunos medicamentos se consideran que mejoran el rendimiento y no pueden ser utilizados en competiciones a menos que se les haga una Exención del uso terapéutico por necesidad médica.
Hay sugerencias para la prevención de los síntomas de la BIE:
Calentamiento antes del ejercicio
Estar lo más en forma posible: aumentar la forma física eleva el umbral para la EIB, por lo que el ejercicio moderadamente extenuante puede no causar un ataque.
Hacer ejercicio en un ambiente cálido y húmedo.
Evitar ambientes con altos niveles de alérgenos, contaminación, gases irritantes o partículas en el aire.
Respirar por la nariz para ayudar a calentar y humedecer el aire
Usar una máscara para filtrar el aire, aunque esto puede ser poco práctico o dificultar la respiración
Después de un ejercicio extenuante, hacer ejercicio de enfriamiento, respirar por la nariz y cubrirse la boca en climas fríos y secos.