CONDICIÓN FÍSICA Y RIESGO CARDIOMETABÓLICO

ASOCIACIÓN

Cuando hablamos de nivel de condición física, de cualquier persona, enferma, saludable o deportista, nos referimos a su Consumo Máximo de Oxígeno (medido en METs o mililitros por kilogramo por minuto), medido en una prueba de esfuerzo máxima. Generalmente, cuando más tiempo hace, mayor consumo de oxígeno tiene, es decir, su sistema cardiovascular es más saludable. Así, el nivel de condición física viene dado por el nivel de consumo de oxígeno.

Cuando hablamos de riesgo cardiometabólico, hablamos del riesgo de una persona de dañar su corazón o vasos sanguíneos debido a factores de riesgo: obesidad, colesterol malo alto, triglicéridos altos, colesterol bueno bajo, tensión arterial alta y diabetes o prediabetes.

Un trabajo estudió la asociación entre tiempo de sedentarismo, actividad física moderada a vigorosa y el consumo de oxígeno con el riesgo metabólico.

En otras palabras, miraron la influencia que tenían estos tres factores con el nivel de riesgo, es decir, a ver cuál influía más (si el tiempo de sedentarismo, el tiempo de ejercicio moderado-vigoroso, o el nivel de consumo de oxígeno.

El consumo de oxígeno se midió en una prueba de esfuerzo.

Estudiaron una población de 341 adultos con una edad media de 54 años, 61% hombres, entre 2012 y 2014.

Los resultados mostraron que baja cantidad de ejercicio moderado-vigoroso y bajo consumo de oxígeno se asociaron al mayor riesgo cardiometabólico, mayor con menor consumo de oxígeno.

El consumo de oxígeno o nivel de condición física medido en una prueba de esfuerzo, explicó el 73% de la asociación entre ejercicio moderado-vigoroso y el riesgo cardiometabólico.

El nivel de consumo de oxígeno, mostró ser el factor de riesgo más importante para un más alto riesgo. A mayor nivel de consumo de oxígeno, menos riesgo y viceversa.

A nivel práctico, la medición del nivel de consumo de oxígeno con una prueba de esfuerzo, es un proceso básico, ya que si hacemos una intervención de estilo de vida mediante ejercicio, esta debe ser lo suficientemente adecuada para aumentar el consumo de oxígeno (constatada por una segunda prueba de esfuerzo), a fin de mejorar la salud cardiometabólica.