No hay un consenso general, debido a los pocos estudios.
Lo importante actualmente es impedir posibles contagios, y secundariamente conocer como afecta al rendimiento.
La recomendación de expertos es la cobertura de boca y nariz para la participación en ejercicio, a fin de ayudar a frenar la transmisión del COVID-19.
Ningún estudio hasta ahora ha demostrado perjuicio para la salud.
En cuanto al rendimiento, solo hay una pequeña afectación en los parámetros ventilatorios y cardiovasculares, siendo el más acusado la percepción del esfuerzo.
En nuestro servicio hacemos las pruebas de esfuerzo a los pacientes con mascarilla quirúrgica, sin ningún efecto adverso, con solo una afectación leve en el rendimiento, y un aumento leve en la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. La sensación de ahogamiento es una percepción individual, afectando más a unos que otros.
Las variables son la intensidad del ejercicio (leve, moderado, intenso), y el tipo de mascarilla (quirúrgica o FFP2), aparte de la distancia de seguridad.
A medida que aumenta la intensidad del ejercicio, aumenta la ventilación, por lo que hay mayor probabilidad de contagio.
Para ejercicios de leve y moderada intensidad, es recomendable usar mascarillas quirúrgicas. Las FFP2 incrementan los parámetros mencionados.
En alta intensidad, ya hay gran ventilación, y no se recomienda el uso de mascarilla, fundamentalmente por una posible retención del anhídrido carbónico que expulsamos, que podría provocar un aumento importante en sangre (hipercapnia), con síntomas como confusión, náuseas o debilidad.
Actualmente en España no hay directriz gubernamental del uso de la mascarilla en deporte, la cual es sí recomendada por la Sociedad Española de Medicina del Deporte y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.
Los deportistas amateurs que corren sin mascarillas, con mayor respiración que lo normal, y que lo hacen en medio de la gente, pueden contagiar más que lo normal. Más en espacios cerrados como gimnasios o en deportes de contacto.
Deberían hacerlo en espacios abiertos, ventilados y con la distancia adecuada entre deportistas, que es mayor que la habitual.
Los deportistas o amateurs que hacen ejercicio leve o leve-moderado deberían usar mascarillas quirúrgicas hasta que la transmisión del virus haya descendido significativamente.
Los deportistas o amateurs que hacen ejercicio leve o leve-moderado deberían usar mascarillas quirúrgicas hasta que la transmisión del virus haya descendido significativamente.