Investigadores de las universidades de Birmingham y Bath encontraron que hacer ejercicio regular de intensidad moderada a vigorosa puede mejorar la eficacia de ciertos tratamientos contra el cáncer, como el rituximab, utilizado para tratar la leucemia linfocítica crónica (LLC).
Tras una sesión de ejercicio, las células inmunes especiales llamadas células asesinas naturales (NK), anticancerígenas, aumentaron en la sangre y fueron mucho más efectivas para eliminar las células cancerosas.
El ejercicio moviliza tanto a las células cancerosas como a las células inmunes a la sangre, haciéndolas más vulnerables a los tratamientos.
En un pequeño estudio piloto, los investigadores hicieron que 20 pacientes con LLC hicieran ejercicio y luego tomaron muestras de sangre para ver cómo respondían las células NK y las células cancerosas.
La sesión de ejercicio se hizo en bicicleta, y consistío en 5 minutos de calentamiento y luego 20-30 minutos de ejercicio moderado-vigoroso, a un 10-15% por encima del umbral anaeróbico individual, previamente detereminado.
Después del ejercicio, las células NK aumentaron en un 254%, mientras que las células cancerosas aumentaron en un 67%. Además, el ejercicio hizo que el tratamiento con rituximab fuera más efectivo para eliminar las células cancerosas.
Aunque estos resultados son interesantes, se necesitan más estudios con más pacientes para confirmar estos hallazgos y ver cómo afecta a las personas que reciben tratamiento contra el cáncer.
Este estudio muestra cómo el ejercicio puede influir positivamente en los tratamientos contra el cáncer, ofreciendo nuevas estrategias para mejorar la eficacia de las terapias actuales.
Collier-Bain, Harrison D et al. “A single bout of vigorous intensity exercise enhances the efficacy of rituximab against human chronic lymphocytic leukaemia B-cells ex vivo.” Brain, behavior, and immunity vol. 118 (2024): 468-479. doi:10.1016/j.bbi.2024.03.023
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